domingo, 14 de diciembre de 2008

Tao Te Ching

Cuando una persona está viva, es blanda y flexible.
Cuando está muerta, se vuelve dura y rígida.
Cuando una planta está viva, es blanda y tierna.
Cuando está muerta, se vuelve marchita y seca.
Por ello, lo duro y lo rígido son compañeros de lo muerto: lo blando y lo flexible son compañeros de lo vivo.
Así pues, un ejército poderoso tiende a caer por su propio peso, al igual que la madera seca está lista para el hacha.
Lo grande y poderoso será colocado abajo; lo humilde y débil será honrado.

Lao Tse
Tao Te Ching

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El Loco

LOS DOS ERMITAÑOS

En una lejana montaña vivían dos ermitaños que rendían culto a Dios y que se amaban uno al otro.
Los dos ermitaños poseían una escudilla de barro que constituía su única posesión.
Un día, un espíritu malo entró en el corazón del ermitaño más viejo, el cual fue a ver al más joven.
-Hace ya mucho tiempo que hemos vivido juntos -le dijo-. Ha llegado la hora de separarnos. Por tanto, dividamos nuestras posesiones.
Al oírlo, el ermitaño más joven se entristeció.
-Hermano mío -dijo-, me causa pesar que tengas que dejarme. Pero si es necesario que te marches, que así sea. Y fue por la escudilla de barro, y se la dio a su compañero, diciéndole
-No podemos repartirla, hermano; que sea para ti.
-No acepto tu caridad -replicó el otro-. No tomaré sino lo que me pertenece. Debemos partirla.
El joven razonó:
-Si rompemos la escudilla, ¿de qué nos servirá a ti o a mí? Si te parece, propongo que la juguemos a suerte.
Pero el ermitaño persistió en su empeño.
-Sólo tomaré lo que en justicia me corresponde, y no confiaré la escudilla ni mis derechos a la suerte. Debe partirse la escudilla.
El ermitaño más joven, viendo que no salían razones, dijo:
-Está bien: si tal es tu deseo, y si te niegas a aceptar la escudilla, rompámosla y repartámosla.
Y entonces el rostro del ermitaño más viejo se descompuso de ira, y gritó:
- ¡Ah, maldito cobarde! no te atreves a pelear, ¿eh?

Gibrán Khalil Gibrán
El Loco
Editorial URANO

domingo, 30 de noviembre de 2008

Fragmentos de una Enseñanza Desconocida

"En cuanto a la evolución, es indispensable convencerse bien, desde el principio mismo, que nunca existe evolución mecánica. La evolución del hombre es la evolución de su conciencia. Y la «conciencia» no puede evolucionar inconscientemente. La evolución del hombre es la evolución de su voluntad, y la «voluntad» no puede evolucionar involuntariamente. La evolución del hombre es la evolución de su poder de «hacer», y el «hacer» no puede ser el resultado de lo que «sucede»."

P.D. Ouspensky
Fragmentos de una Enseñanza Desconocida
Editorial GANESHA